lunes, 15 de noviembre de 2010

BACTERIA

Bacteria

Son seres generalmente unicelulares que pertenecen al grupo de los protistos inferiores. Son celula de tamaño variable cuyo límite inferior está en las 0,2m y el superior en las 50m ; sus dimensiones medias oscilan entre 0,5 y 1m .
Las bacterias tienen una estructura menos compleja que la de las células de los organismos superiores: son células procariotas (su núcleo está formado por un único cromosoma y carecen de membrana nuclear). Igualmente son muy diferentes a los virus, que no pueden desarrollarse más dentro de las células y que sólo contienen un ácido nucleico.
Las bacterias juegan un papel fundamental en la naturaleza y en el hombre: la presencia de una flora bacteriana normal es indispensable, aunque gérmenes son patógenos. Análogamente tienen un papel importante en la industria y permiten desarrollar importantes progresos en la investigación, concretamente en fisiología celular y en genética.
El examen microscópico de las bacterias no permite identificarlas, ya que existen pocos tipos morfológicos, cocos (esféricos), bacilos (bastón), espirilos (espiras). 

virus del papiloma humano

martes, 12 de octubre de 2010

Seleccion Natural

CHARLES DARWIN.







Charles Robert Darwin 12 de febrero de 1809 – 19 de abril de 1882) fue un naturalistainglés que postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural. La evolución fue aceptada como un hecho por la comunidad científica y por buena parte del público en vida de Darwin, mientras que su teoría de la evolución mediante selección natural no fue considerada como la explicación primaria del proceso evolutivo hasta los años 1930,y actualmente constituye la base de la síntesis evolutiva moderna Con apenas 16 años Darwin ingresó en la Universidad de Edimburgo, aunque paulatinamente fue dejando de lado sus estudios de medicina para dedicarse a la investigación de invertebrados marinos. Posteriormente la Universidad de Cambridge dio alas a su pasión por las ciencias naturales. El segundo viaje del HMS Beagle consolidó su fama como eminente geólogo, cuyas observaciones y teorías apoyaban las ideas uniformistas deCharles Lyell, mientras que la publicación del diario de su viaje lo hizo célebre como escritor popular. Intrigado por la distribución geográfica de la vida salvaje y por los fósiles que recolectó en su periplo, Darwin investigó sobre el hecho de la transmutación de las especiesy concibió su teoría de la selección natural en 1838.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

El Origen de la Vida


Hace cuatro mil millones de años la Tierra era una bola incandescente con la superficie apenas cubierta por una leve costra continuamente destrozada por la frecuente caída de los meteoritos que en aquella época aún poblaban el sistema solar.
Ninguna forma de vida actual hubiera sido capaz de sobrevivir en su superficie, pero en aquel caos continuo provocado por constantes erupciones volcánicas, geíseres y bombardeo de meteoritos y rayos cósmicos, se encontraban presentes todos los elementos necesarios para la vida.
En los lugares donde la corteza terrestre había tenido tiempo de solidificarse y enfriarse algo se podían llegar a producir precipitaciones de lluvia formando charcas y lagos de un líquido que no era agua precisamente, sino una mezcla de agua, amoníaco, metano, ácidos y sales en suspensión. Más adelante se unieron a esta atmósfera gases como monóxido y dióxido de carbono y nitrógeno.
Todo ello, con el continuo aporte de energía por parte del sol y la temperatura interna del planeta, producía reacciones químicas que generaban moléculas de un cierto grado de complejidad como formaldehido, ácido prúsico, glicinas y alcoholes. También se formaban otras muchas substancias complejas pero en mucha menor proporción, y con el tiempo la atmósfera primitiva contuvo ingentes cantidades de moléculas complejas.
Poco después ya no teníamos un caldo de átomos, sino un caldo de moléculas de bastante complejidad. Los sucesivos hervores, las erupciones volcánicas, las descargas eléctricas de los rayos bombardeando ese caldo de moléculas hizo que de vez en cuando muchas de estas moléculas fueran destruidas pero también hizo que se formaran, por azar, algunas moléculas más complejas.
El aporte energético era tan grande que las sustancias simples tendían a reagruparse con tanta o más rapidez que las complejas en destruirse, por eso a lo largo de millones de años el caldo fue conteniendo cada vez una mayor proporción de sustancias complejas.
El azar producía nuevas moléculas, millones de combinaciones cada día en todo el planeta, las moléculas más inestables eran destruidas con rapidez, las más estables perduraban por más tiempo, las más simples eran usadas en nuevos experimentos, uno tras otro, día tras día, año tras año, milenio tras milenio.
Pero por muy complejas que fueran esas moléculas seguían siendo moléculas inertes, hubieron de pasar cientos de millones de años de experimentos para que por azar surgiera una molécula capaz de autoreplicarse.
Durante casi mil millones de años se había preparado un complejo caldo de cultivo y en ese caldo aquella primera molécula autoreplicante tuvo alimento y energía suficientes para reproducirse durante cientos de generaciones, hasta cubrir la totalidad de la extensión de los mares.
Ahora teníamos una molécula capaz de tomar otras moléculas más pequeñas de su entorno para autoreplicarse. Apenas necesitó unos cientos de generaciones, quizás menos de un mes, para extenderse por todas las zonas del planeta donde pudiera encontrar alimento y energía. Fue la primera explosión demográfica del planeta y continuó hasta que fueron tantas moléculas que se hizo difícil encontrar alimento para todas ellas.
Cuando esto ocurrió ya eran trillones las moléculas idénticas que se habían formado.
Pero la autoreplicación no siempre se producía en condiciones adecuadas. A veces faltaba algún alimento, alguna sustancia necesaria para la replicación y eso hacía que fallara. Los componentes de aquel fracaso servían de alimento para otras replicaciones, al fin y al cabo eran trillones. Algunas veces el error que se producía no suponía la destrucción de la molécula, ésta era capaz de reproducirse en las mismas condiciones que su progenitora aunque una sutil diferencia podía representar una ligera ventaja o desventaja con respecto a las demás moléculas de su entorno.
Eran trillones de moléculas en todo el mundo intentando reproducirse dos o tres veces al día. Casi todas esas replicaciones eran correctas, pero había fallos, quizás una de cada mil replicaciones. De esos fallos la mayor parte eran inviables pero unos pocos, quizás uno cada cien millones de errores, provocaban una molécula que también era capaz de autoreplicarse. Pero era una molécula distinta, no mejor ni peor, pero en determinadas condiciones podía ser más fuerte, más estable, o más capaz de replicarse sin errores.
Cuando una molécula tenía una cierta ventaja tendía a reproducirse más, por eso las moléculas que aprovechaban mejor alguna característica de su entorno, que eran más fuertes o estables, o que se reproducían con más eficiencia acababan sustituyendo a las más simples y frágiles. Así fue como comenzó la evolución de las especies, aunque sólo había una única molécula (aún no ser vivo) evolucionando.
Millones, billones, trillones de experimentos más tarde, surgió una molécula capaz de rodearse de una membrana dando lugar a la primera célula procariota.
Anteriormente ya habían surgido por azar moléculas que se rodeaban de una membrana. Pero la composición de esa membrana era demasiado fuerte, demasiado impermeable, demasiado frágil o demasiado lo que sea para que resultara útil. Aquellos experimentos fracasaron.
Cuando uno de aquellos trillones de experimentos tuvo éxito apareció la primera célula procariota de la historia, más parecida a una bacteria que a una célula de las que componen nuestros cuerpos, pero ya un ser vivo capaz de reaccionar a su entorno, protegerse de condiciones adversas, alimentarse y reproducirse.
Mucho más capaz que las moléculas autoreplicantes que poblaban el planeta, la primera célula procariota se reprodujo una y otra vez produciendo la segunda explosión demográfica de la historia.
La expansión de la vida no eliminó a las moléculas autoreplicantes, aún hoy en día siguen existiendo como virus y otras formas prebióticas, pero el planeta ya no era de las moléculas, sino de las células.
Seguían siendo células procariotas, es decir, simple material genético envuelto en una membrana, tal como lo que hoy en día es el núcleo de una célula. Pero su grado de complejidad produjo dos efectos contrapuestos. Por un lado la célula era tan compleja que distintas partes de la molécula actuaban en condiciones diferentes lo que hacía que fuera más adaptable a su entorno. Por otro su complejidad producía errores de replicación con más frecuencia que en el caso de las moléculas. La mayor parte de estos fallos provocaban la destrucción de la célula, pero otros fallos suponían pequeños cambios en su diseño. A veces ese cambio suponía una ventaja, otras veces era un cambio perjudicial y en ocasiones era totalmente neutro. Con el tiempo llegó a haber muchas versiones diferentes de la célula original, cada una con diferentes probabilidades de supervivencia en diferentes entornos.
En aquella época había millones de hábitats posibles, algunas células eran más capaces de sobrevivir en unos que en otros lo cual llevó a la primera especialización de la vida, distintos hábitats y distintas células pintando los colores del primer cuadro de la vida en la Tierra.
Había células capaces de tomar determinados compuestos y convertirlos en aminoácidos. Otras podían usar la energía del sol para fabricar azúcares. Otras células, en fin, podían ensamblar los aminoácidos para fabricar proteínas.
La actividad de cada célula era inconsciente y caótica, pero lo que hacía cada una era dirigirse a los lugares donde podía sobrevivir mejor. Los desechos de unas podían servir de alimento a las otras, era inevitable que al cabo de poco tiempo surgieran agrupaciones de dos o más células procariotas para formar una colonia con mayores posibilidad de supervivencia que las que tenían cada una por separado.
Se formaron miles, millones de colonias, billones de experimentos condenados a fracasar.
Pero entre todos aquellos fracasos algunas de esas colonias llegaron a encerrarse en una nueva membrana dando lugar a las primeras células eucariotas.
De toda aquella producción de células extrañas e inviables, las que no tenían posibilidades de supervivencia eran destruidas de inmediato, pero de vez en cuando surgía una combinación que tenía más posibilidades de supervivencia que sus congéneres. Estas células competían con ventaja contra sus antecesoras más simples y en pocas generaciones eran capaces de acabar con su anterior supremacía.
La reproducción de aquellas primeras células seguía siendo delicada y se producían errores con bastante frecuencia. A veces unos componentes de la célula empezaban a replicarse antes que otros, lo que llevaba a la destrucción de la misma. Otras veces la célula mezclaba los cromosomas de distintos componentes de la célula y de ello salía algo totalmente distinto, una mutación. Casi siempre las mutacioes llevaban a la destrucción de las células pero algunas mutaciones eran capaces de seguir sobreviviendo y hasta de reproducirse generando una variedad diferente de la célula original. A veces se producían mutaciones beneficiosas, y eso hizo que las células descendientes fueran más capaces de sobrevivir que sus antecesoras.
Con el tiempo se formaron células muy complejas, algunas de tamaños inusitados para nuestra experiencia, se han encontrado células fosilizadas que podían medirse ¡en centímetros!.
La vida había estallado.

lunes, 27 de septiembre de 2010

ORIGEN DE LA TIERRA


Formación de la Tierra


La tierra que hoy conocemos tiene un aspecto muy distinto del que tenía poco después de su nacimiento, hece unos 4.500 millones de años. Entonces era un amasijo de rocas conglomeradas cuyo interior se calentó y fundió todo el planeta. Con el tiempo la corteza se secó y se volvió sólida. En las partes mas bajas se acumuló el agua mientras que, por encima de la corteza terrestre, se formava una capa de gases, la atmósfera.

Agua, tierra y aire empezaron a inteactuar de forma bastante violenta ya que, mientras tanto, la lava manava en abundancia por múltiples grietas de la corteza, que se enriquecía y transformaba gracias a toda esta actividad.


Formación del Sol y los planetas

Formación del Sol y los planetasSegún los científicos, hace unos 15.000 millones de años se produjo una gran explosión, el Big Bang. La fuerza desencadenada impulsó la materia, extraordinariamente densa, en todas direcciones, a una velocidad próxima a la de la luz. Con el tiempo, y a medida que se alejaban del centro y reducían su velocidad, masas de esta materia se quedaron más próximas para formar, más tarde, las galaxias.

No sabemos qué ocurrió en el lugar que ahora ocupamos durante los primeros 10.000 millones de años, si hubo otros soles, otros planetas, espacio vacio o, simplemente, nada. Hacia la mitad de este periodo, o quizás antes, debió formarse una galaxia.

Cerca del límite de esta galaxia, que hoy llamamos Vía Láctea, una porción de materia se condensó en una nube más densa hace unos 5.000 millones de años. Esto ocurría en muchas partes, pero esta nos interesa especialmente. Las fuerzas gravitatorias hicieron que la mayor parte de esta masa formase una esfera central y, a su alrededor, quedasen girando masas mucho más pequeñas.

La masa central se convirtió eu una esfera incandescente, una estrella, nuestro Sol. Las pequeñas también se condensaron mientras describían órbitas alrededor del Sol, formando los planetas y algunos satélites. Entre ellos, uno quedó a la distancia justa y con el tamaño adecuado para tener agua en estado líquido y retener una importante envoltura gaseosa. Naturalmente, este planeta es la Tierra.

Sólido, líquido y gaseoso

Sólido, líquido y gaseosoDespués de un periodo inicial en que la Tierra era una masa incandescente, las capas exteriores empezaron a solidificarse, pero el calor procedente del interior las fundía de nuevo. Finalmente, la temperatura bajó lo suficiente como para permitir la formación de una corteza terrestre estable. Al principio no tenía atmósfera, y recibia muchos impactos de meteoritos. La actividad volcánica era intensa, lo que motivaba que grandes masas de lava saliesen al exterior y aumentasen el espesor de la corteza, al enfriarse y solidificarse.

Esta actividad de los volcanes generó una gran cantidad de gases que acabaron formando una capa sobre la corteza. Su composición era muy distinta de la actual, pero fue la primera capa protectora y permitió la aparición del agua líquida. Algunos autores la llaman "Atmósfera I".

En las erupciones, a partir del oxígeno y del hidrógeno se generaba vapor de agua, que al ascender por la atmósfera se condensaba, dando origen a las primeras lluvias. Al cabo del tiempo, con la corteza más fría, el agua de las precipitaciones se pudo mantener líquida en las zonas más profundas de la corteza, formando mares y océanos, es decir, la hidrosfera.

martes, 21 de septiembre de 2010

“China es el mayor emisor de CO2 del mundo”

DEPENDE DE CÓMO SE MIDA. La sabiduría convencional señala que China ya sobrepasó a EEUU como el mayor emisor de CO2 a nivel global, lo cual lo convertiría en el principal país contribuyente al cambio climático. Para buena parte de la prensa occidental, esto equivale a decir que el gigante asiático es el principal “villano” en materia de calentamiento global.
Pero lo anterior sólo es cierto si las emisiones de CO2 se miden en función de sus fuentes productoras (chimeneas, tubos de escape, deforestación, etc.), y ésta no es la única forma de medirlas. Por ejemplo, una forma alternativa que ha empezado a discutirse en ambientes académicos e incluso gubernamentales consiste en medir las emisiones asociadas a los productos y servicios que se consumen en un país, sin importar de dónde provengan éstos.
Véase qué pasa con China si se hace este último cálculo. Según un influyente artículo publicado por los científicos Steven Davies y Ken Caldeira en Proceedings of the National Academy of Science (la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos), China “dejó de emitir” 381 millones de toneladas de CO2 al importar productos en lugar de fabricarlos localmente en el 2004 (ésta es fecha más reciente a partir de la cual se pueden hacer estos cálculos). En sentido inverso, China “exportó” ese año 1,490 millones de toneladas de CO2 a otros países donde se consumieron sus productos. Por tanto, sus “exportaciones netas” de CO2 fueron de 1,109 millones de toneladas.
Para tener una idea de la magnitud de esto, Tao Wang y Jim Watson, del Sussex Energy Group, explican que tal cifra representa el 23% del total de las emisiones chinas, es decir, casi el equivalente a las emisiones de Japón o cerca de las de Alemania y Australia sumadas.The Economist lo describe de esta otra manera: es como tener 500 centrales eléctricas de 1,000 MW en China que exportan toda su electricidad a países vecinos, pero cuyas emisiones de CO2 se siguen contando dentro del país.
Ahora, si este cálculo de emisiones asociadas al consumo se hace a nivel global, el resultado es que EEUU sigue siendo el principal emisor de CO2 en el mundo (y lo seguirá siendo por mucho tiempo), mientras que las emisiones de los países europeos suben también en aproximadamente un tercio y las de China caen considerablemente. Nótese, por ejemplo, que de las 19.1 toneladas de CO2 que se emiten per cápita en Estados Unidos, 10.3 toneladas son “importadas”.
Detrás de todo esto está un fenómeno conocido como “leakage” (fuga), que consiste en la recolocación de las industrias contaminantes en países como China por el incremento de los estándares medioambientales en los países occidentales. Algunos académicos señalan que este fenómeno se explica también por los menores costos de mano de obra, el crecimiento mismo de los mercados emergentes, la globalización de las rutas logísticas y, en el caso chino, por la subvaluación de su moneda, que impulsó su modelo exportador. No puede decirse, por tanto, que China es una “víctima” de este fenómeno (ha sustentado su vertiginoso crecimiento económico en él). Pero lo que sí podría argumentarse es que la principal responsabilidad de enfrentar el cambio climático sigue estando en los países desarrollados, cuyo estilo de vida se sostiene en actividades contaminantes que no se realizan en sus propios vecindarios, sino que se tercerizan a los países en desarrollo.

“China no quiere dar su brazo a torcer en las negociaciones internacionales”




YA LO HA HECHO. El resultado de la Cumbre de Copenhague de diciembre pasado fue el escueto “Acuerdo de Copenhague” que –conforme dicen algunos testigos– se logró luego de que Barack Obama, presidente de EEUU, irrumpiera sin invitación a una reunión donde estaban las cabezas del denominado grupo BASIC (Brasil, Sudáfrica, India y China). Según se ha reportado, Obama pidió tres cosas: que se adoptara el 2020 como año en el cual las emisiones de CO2 alcanzarían su pico; que se comprometieran reducciones de emisiones de 50% para el 2050; y que se estableciera un sistema de monitoreo y verificación para estos objetivos. De los tres planteamientos, los BASIC sólo habrían aceptado el último, y parcialmente.
Esto ha llevado a que se califique a China particularmente como el país que “boicoteó” las negociaciones de Copenhague (el secretario de Energía del Reino Unido lo dijo textualmente en un artículo en The Guardian). No obstante, en Copenhague ocurrió un gran cambio que pocos han notado: el grupo BASIC, con China a la cabeza, dejó de lado el argumento de la “responsabilidad histórica” de los países desarrollados, el cual señala que han venido contaminando desde mucho antes para poder apalancar su propio crecimiento económico. Es decir, el planteamiento de los BASIC ya no consiste en que deben ser los países desarrollados los únicos que hagan esfuerzos por combatir el cambio climático, sino que han reconocido su responsabilidad individual (lo que le generó un problema al enviado climático indio, por ejemplo, cuando tuvo luego que enfrentar a su parlamento). Esta postura es distinta a la que típicamente venía teniendo el gobierno chino, que se oponía a todo tipo de compromiso –incluso voluntario– por el miedo a que éste diera pie a mayores exigencias en el futuro inmediato.
Esta vez, los compromisos de China han sido incluso más tangibles que los de EEUU: reducir el ratio de emisiones de CO2 por unidad del PBI en entre 40% y 45% para el 2020 (respecto de niveles del 2005), incrementar su parque de energías renovables en 15% y aumentar la cobertura de bosques en 40 millones de hectáreas. Pese a que China ha sido el principal beneficiario del Mercado de Desarrollo Limpio vinculado al Protocolo de Kyoto (ha recibido la mitad –US$1,000 millones– de los fondos colocados), parece haberse resignado también a no ser uno de los receptores de los fondos para adaptación que también se establecieron en el Acuerdo de Copenhague.
Esto parece indicar que la posición china ha dejado de ser obstruccionista, pero no necesariamente implica que los compromisos chinos sean los ideales. Según Michael A. Levi, especialista en temas energéticos y ambientales del Council on Foreign Relations, el problema con las propuestas chinas no es que no vayan a generar reducciones de emisiones, sino que no se apartan de la trayectoria actual (business-as-usual) del país. De acuerdo con Levi, la meta de reducir la intensidad del carbono por unidad de PBI podría cumplirse aun cuando las emisiones de CO2 de China aumenten en un 40% hasta el 2020. Es más, si se tienen en cuenta los esfuerzos realizados por China en el período 2005-2010, lo que tendría que hacer el gigante asiático de acá al 2020 sería mucho menos ambicioso de lo que ha venido haciendo en los cinco años previos.
Desafortunadamente, esto no distingue a China de otros países –incluso los europeos–, sino que sólo confirma una realidad global: los compromisos medioambientales podrían ser muy mayores a los que se han propuesto en el marco del Acuerdo de Copenhague. Así las cosas, bien podría ser la propia China la que muestre con el ejemplo –y para bien de sus propios ciudadanos– que se puede ir más allá del “business-as-usual”. 

lunes, 20 de septiembre de 2010

contaminacion en el medio ambiente.

Smog gris, sulfuroso o industrial


Es el que se conoce comunmente como lluvia ácida, y es debido a la contaminación por óxidos de azufre procedentes de la combustión del carbón, que reacciona con el vapor de agua de la atmósfera, formando ácido sulfúrico y una gran variedad de partículas sólidas en suspensión.
Fue muy típico en grandes urbes industriales (principalmente Londres) sobretodo a principios del siglo XX.
En la actualidad, los países desarrollados tienen sistemas de control y de depuración sobre sus indústrias de manera que han minimizado el efecto. Sin embargo, en países en vías de industrialización como China o algunos países de Europa del Este, donde el carbón es una importante fuente de energía, todavía es un grave problema en algunas ciudades.

Smog fotoquímico

Surge de las reacciones de contaminantes primarios (óxidos de nitrógeno, hidrocarburos…) con la energía proveniente de la radiación solar ultravioleta, causando contaminantes secundarios como ozono, peroxiacilo, etc. Los causantes de la emisión de los primeros son principalmente el tráfico, que genera entre el 50 y el 70% de la contaminación de las grandes ciudades europeas, y en menor medida las centrales eléctricas.
Se ve favorecido por situaciones anticiclónicas, fuerte insolación y vientos débiles que dificultan la dispersión de los contaminantes.
Es común hoy día en prácticamente todas las ciudades del mundo. En Europa, afecta especialmente a la región mediterránea. Algunos expertos afirman que el ozono es, en la actualidad, uno de los contaminantes atmosféricos más importantes en España.

Efectos en la salud

El dióxido de azufre, el dióxido de nitrógeno y el monóxido de carbono son especialmente dañinos para personas en edad avanzada, niños y personas con problemas cardiacos o pulmonares como enfisema, bronquitis y asma. Puede inflamar las vías respiratorias, disminuyendo la capacidad de trabajo de los pulmones, así como irritación en los ojos y nariz.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación urbana causa la muerte de unas 80.000 personas al año.

¿Qué podemos hacer?

Cualquier medida que prevenga la contaminacion atmosférica urbana como puede ser: minimizar los desplazamientos en vehículo privado y uso de catalizadores, utilizar energías limpias, etc.